Cada pareja es un mundo, y el mercado de reportajes fotográficos y de vídeo de boda, ofrece una oferta muy amplia y muy variada de proveedores. Todo esto hace que las parejas se vean enfrentadas a un gran dilema a la hora de contratar su reportaje de boda. Dilema que verán resuelto, satisfactoriamente o no, cuando reciban el reportaje, y ya no haya vuelta atrás.

Desde la máxima modestia, y guiados únicamente por la experiencia de llevar muchos años dedicándonos al reportaje de boda, en Septimadireccion Audiovisuales vamos a daros algunos consejos que pueden ayudaros a acertar en la elección de la empresa que realizará vuestro reportaje de boda.

  1. Comparar, comparar y comparar.

Mas allá de cuestiones de precio, y otras que veremos a continuación, es importante que encontréis una empresa cuyo estilo de fotografía o vídeo de boda se adapte a lo que estáis buscando. Al igual que nadie se compra un coche sin conocer sus características y verlo previamente, no deberíais encargar vuestro reportaje de boda sin aseguraros de que los trabajos anteriores de la empresa que vais a contratar son de vuestro gusto y de que su estilo se adapta a lo que estáis buscando.

La frase “no hemos visto nada de lo que hacéis, pero nos fiamos totalmente de vosotros” entraña un peligro de dimensiones incalculables. Vale que hay trabajos “objetivamente” mal hechos, pero en la mayoría de los casos de no satisfacción con un reportaje, suele darse un problema de disonancia en el estilo buscado por pareja y proveedor.

  1. ¿Y tu quien eres?.

Después de mucho mirar y comparar ya os habéis decidido por un proveedor. Os citáis y quedáis encantados al conocerl@ en persona. Os transmite la máxima confianza y creéis que ha habido feedback entre vosotros. En los meses previos a la boda, habláis por teléfono y vía email en varias ocasiones, y cada vez, la confianza con el es mayor. Ya casi es un amigo más de la pareja, y os planteáis invitarlo a la cena de Nochebuena el año próximo (exageración).

Llega el día de la boda, estáis enfrascados en vuestros preparativos, nerviosos porque todo salga bien, y aparece alguien que no conocéis y os dice que viene a hacer el reportaje de boda. Al preguntarle por que no ha venido la persona con la que habíais contratado os da la típica excusa que contábamos en el cole de pequeños: “que si estaba malísimo y no ha podido venir. Que si un problema familiar. Que si un viaje urgente. Etc..”.

Hay muchos proveedores que contratan varios reportajes para la misma fecha (están en su legítimo derecho) y muchos de ellos, a sabiendas de que ellos no harán el trabajo personalmente, no avisan de ello a la pareja contratante (mal hecho) y envían, en algunos casos, a personal que no está cualificado para la realización del trabajo. Por desgracia, es un caso bastante habitual.

  1. El tiempo es oro.

15 de Enero de 2019. Paseas por la calle y de repente reparas en un abrigo precioso y con pinta de ser muy calentito que descansa en un maniquí tras el escaparate de una tienda. El precio marcado en la etiqueta te convence, así que entras en el comercio dispuesto a comprarlo. El dependiente te dice que sólo les queda el abrigo expuesto, pero que esa misma semana les van a llegar más existencias y podrás recoger el tuyo. Contentísima, dejas tus datos y pagas el abrigo.

15 de Enero de 2020. Has pasado el invierno anterior sin tu abrigo, y este año tampoco lo estás disfrutando. Has llamado a la tienda mil veces y has pasado por allí a reclamar otras tantas. Siempre te responden con evasivas y te emplazan a la semana siguiente. Cuando por fin, hoy, te entregan el abrigo, ya casi te da igual tenerlo o no. La ilusión por ponértelo se te pasó hace tiempo, y lo único que quieres es olvidar que una vez lo compraste.

En el ejemplo anterior, cambiad abrigopor reportaje de boda, y tendréis lo que les pasa a muchas parejas que reciben su reportaje terminado año o año y medio después de la celebración de la boda.

Es importante que os aseguréis de los plazos de entrega del trabajo. En esta vida hay que ser flexible para todo, pero algunos proveedores utilizan la flexibilidad como una carta blanca para eternizar la entrega de sus trabajos.

  1. Tú eres el protagonista.

Debería ser obvio que el protagonismo absoluto de una boda es de los novios. Pero esta perogrullada pasa desapercibida para algunos proveedores que amparándose en un supuesto don artístico, que por lo visto sólo tienen ellos, se convierten en supervisores de todos los aspectos que conlleva la boda.

De esta manera, os sugerirán, con mayor o menor educación y tacto, que cambiéis vuestras casas por determinados hoteles para vestiros, que la ceremonia se acorte o se alargue, como debéis colocaros en todo momento, cual será el timing durante la celebración, y si la tarta debe salir sobre el árbol de los deseos ó sobre el carrito del amor. En definitiva, vosotros pasareis de ser los protagonistas de uno de los días mas importantes de vuestra vida, a ser actores secundarios en la obra magna, que lanzará al estrellato a tal o cual fotógrafo o videógrafo.

Si tenéis la “suerte” de haber contratado a una de estas estrellas del firmamento audiovisual, sólo os podemos dar un consejo: paciencia.

  1. Lo barato sale caro.

Hemos dejado este consejo para cerrar por su carácter evidente y la tradición milenaria de la expresión.

Ojo, no queremos decir que hay que gastarse una pasta, si o si, en el reportaje de boda. Entendemos que cada pareja da una relevancia determinada al reportaje de fotografía y vídeo, cuenta con un presupuesto determinado, y elige gastarse su dinero en lo que le da la real gana.

Este último consejo sólo pretende trasladar que, si dudáis entre dos proveedores, y uno de ellos cumple todos los requisitos que hemos comentado en los anteriores guiones de este post, pero sus reportajes cuestan un poco más que los del otro, tal vez merezca la pena que hagáis un pequeño esfuerzo económico y os ahorréis un montón de malos ratos. Tal vez.

Y con esto acaba este post, que pretende hacer a las parejas la vida un poco más fácil, no sin antes recordaros que en Septimadireccion Audiovisuales tenemos a gala cumplir firmemente cada uno de los puntos aquí relatados.

En Septimadireccion, queremos casarnos contigo.